Es tiempo de reconocer que estamos ante el gran desafío de encauzar los esfuerzos de muchos de nosotros, docentes de escuelas técnicas, en pos de alcanzar una educación técnica de calidad, acorde con los tiempos que nos tocan vivir. Por lo expuesto mi primer planteo será reflexionar acerca de algunos interrogantes que me planteo y les propongo discutir:
¿La currícula de nuestra escuela técnica está renovada respecto del avance tecnológico y del perfil de egresado que la industria requiere hoy día? ¿Cuál es nuestro papel, como responsables del recorte de conocimientos que precisa el alumno de una escuela técnica en la actualidad? ¿Qué estamos haciendo al respecto?
Estoy convencido que es necesario que se renueven los diseños curriculares tanto de las materias teóricas como de los talleres, que se introduzcan nuevas tecnologías y equipamientos acordes con los que maneja las industrias en las cuales se van a insertar nuestros egresados.
Todo ello siempre en el marco de la defensa de los derechos de los docentes, incluyendo principalmente el derecho a perfeccionarse y la obligación del estado a impulsarlo.
En ese contexto, algunos de los compañeros que hoy integramos las Juntas de Clasificación, junto a tantos otros que trabajan día a día en los talleres hemos tratado todos estos años de buscar formar de actualización de nuestros conocimientos y de las metodologías a utilizar.
Los que no incorporamos a los proyectos de reforma lo hemos hecho desde el lugar de docentes que pretenden investigar qué se puede hacer para mejorar la escuela técnica, con la firme aspiración de que la política educativa de la jurisdicción aproveche las experiencias, aquellas que han sumado aciertos y errores, las que han sido resistidas como las que solo quedaron esbozadas en las ideas de unos pocos.
Tengo la firme convicción de que el disenso y el acuerdo de todos los sectores (educativos, académicos, gremiales, industriales, etc.) posicionarán a la educación técnica en lo más alto de nuestro tan vapuleado Sistema Educativo, logrando generar nuevas oportunidades y promoviendo la vinculación de las instituciones educativas con el mundo laboral y el sector productivo.
Para finalizar traigo a colación una frase del periodista y escritor español Severo Catalina, quien refiriéndose a la educación dice:
“La mayor parte de la gente confunde la educación con instrucción”.
La idea es superar las viejas antinomias que consideraron por décadas a la instrucción como ingrediente fundamental de la educación técnica, frente a modelos de mayor integración académica y científica. Hoy se impone amalgamar todas las miradas, aunando criterios que conformen un perfil de técnico capaz de “aggiornarse” a los cambios que guiarán su vida profesional en un mundo tan convulsionado como el que nos toca vivir.
Lic. Prof. Walter G. Ramirez
Recordando las escuelas CONET
aquellas visitas de alumnos de 7º grado a mi escuela, la Escuela Nacional de Educación Técnica Nº 10 "Fray Luis Beltrán".-
El arriado de la bandera, una ceremonia en nuestro quehacer cotidiano (Walter Ramirez primero en fila de alumnos a la izquierda)





